Esta semana ha sido muy mala para Bungie, el estudio creador de los juegos de Halo y de Destiny 2 y que fue comprado por Sony por 3.600 millones de dólares, despidió a cientos de desarrolladores porque estaban en una situación insostenible debido a la ambición desmedida con la que abordaban sus futuros proyectos. Esa situación provocó la cancelación de un videojuego y la restructuración del estudio, es decir, trasladar muchos trabajadores a Sony y abrir un nuevo equipo de 75 desarrolladores, además de los 220 despidos que ya os hemos mencionado.
En las últimas horas han salido a la luz más detalles sobre la situación interna de Bungie. Si bien numerosos desarrolladores pidieron el cese del CEO de Bungie por su nefasta gestión y por el excesivo gasto en «coches nuevos», algunos desarrolladores antiguos del estudio han tenido la oportunidad de hablar con el popular periodista Stephen Totilo en su boletín GameFile (artículo de pago) para expresar su punto de vista.
Uno de ellos piensa que los 3.600 millones de dólares que Sony pagó fueron una cantidad excesiva a la del valor real de Bungie. «Creo que Sony pagó de más por Bungie. Creo que Bungie vendió cosas que simplemente no eran capaces de cumplir», dice (vía The Gamer). A esto hay que sumarle lo que comentan otras tres fuentes anónimas, todas ellas coinciden en que Bungie «exageró las perspectivas financieras de su estudio». Es más, estos despidos lo definen como un «golpe de realidad», pues ellos creen que la expansión La Forma Final «vendió menos que Lightfall».