Onimusha 2: Samurai’s Destiny es la segunda entrega de la icónica saga de CAPCOM que mezcla acción y aventura con elementos de survival horror al estilo Resident Evil, pero ambientado en un Japón feudal invadido por demonios. En esta ocasión, el protagonista es Jubei Yagyu, un samurái que combate no con armas de fuego, sino con espadas, lanzas y arcos, sumergiéndonos en una atmósfera mística y oscura que combina historia y fantasía demoníaca. La saga Onimusha ha tenido momentos memorables, especialmente con Onimusha 3: Demon Siege en 2004, que contó con la participación especial del actor Jean Reno.

Después de un largo silencio tras la última entrega en 2006, CAPCOM anunció en 2026 el regreso de la franquicia con Onimusha: Way of the Sword, acompañado del relanzamiento remasterizado de esta segunda parte, ideal para quienes no pudieron experimentar los juegos originales en su momento. En Samurai’s Destiny, exploramos un Japón antiguo azotado por las hordas demoníacas que el señor Nobunaga invoca tras su muerte. La historia sigue a Jubei, quien deberá enfrentarse a este mal desatado mientras desentraña secretos y cicatrices del pasado. La misión principal nos lleva a buscar varios orbes que son clave para derrotar definitivamente a Nobunaga.




Durante unas seis horas de juego, recorreremos mazmorras y áreas cerradas llenas de enemigos, usando cinco armas con poderes elementales que nos ayudarán a abrirnos paso hacia el jefe final. Además de los combates, deberemos resolver acertijos y recolectar objetos para activar mecanismos o entregarlos a aliados que a su vez nos prestarán apoyo en enfrentamientos cruciales. Sin embargo, en algunas batallas contra jefes, toca luchar en solitario, lo que puede alargar el combate y elevar la dificultad. Los enfrentamientos en Onimusha 2 pueden ser a la vez accesibles y frustrantes. La clave está en dominar las paradas y atacar con rapidez sin exponerse demasiado.

Sin embargo, los enemigos atacan tanto a distancia como en grupo, y los recursos para curarnos son escasos. El manejo de la magia Oni, que potencia ataques especiales, depende de una barra difícil de llenar, lo que limita su uso frecuente. También podremos mejorar armas y armaduras con almas recogidas, pero conseguir suficientes es todo un desafío, especialmente para los jugadores que quieran maximizar su poder. Un punto débil que persiste en esta versión remasterizada es el sistema de cámara, heredado del juego original, que se mueve según nuestra posición y puede dificultar la visibilidad en momentos clave, especialmente durante las batallas contra jefes, generando momentos de frustración.
Tras terminar la historia principal, el juego ofrece modos adicionales para extender la diversión: un modo contrarreloj, una modalidad para acumular almas con varios personajes, y un modo de resolver acertijos para abrir cofres. Además, es posible reiniciar la aventura en una dificultad mayor para los que buscan un reto extra. En cuanto a lo visual, el remaster mejora significativamente la calidad gráfica, eliminando el desenfoque que tenía la versión de PlayStation 2 y aportando una atmósfera más inmersiva, aunque el diseño y las mecánicas conservan ese aire clásico que recuerda su época.