El penúltimo capítulo de Dragon Ball Daima nos entregó uno de los momentos más emocionantes de la serie hasta ahora. La historia ha llevado a Goku y Vegeta a enfrentar a uno de los enemigos más formidables que han encontrado, el Rey Gomah, y ha permitido que los fanáticos sean testigos de transformaciones legendarias que elevan el clímax de la serie a un nuevo nivel. Con el regreso a su estado adulto y el despliegue de poder del Príncipe de los Saiyajin, este episodio nos deja con la antesala perfecta para la batalla final.
Desde el inicio de Dragon Ball Daima, la trama se ha centrado en la transformación de Goku y sus amigos en niños, lo que ha representado un cambio significativo en el desarrollo de los combates y estrategias. Sin embargo, este episodio marca un punto de inflexión cuando Glorio, con el uso de las Esferas del Dragón, pide el deseo que devuelve a Goku, Vegeta y los demás a su estado natural. La transición no solo les devuelve su poder completo, sino que también devuelve la esencia de los guerreros que todos conocemos y que han sido el pilar de la franquicia durante décadas.
Mientras el grupo se asombra por su regreso a la adultez, Vegeta, fiel a su espíritu de combate, no pierde tiempo y se lanza de inmediato a la pelea contra el Rey Gomah. La intensidad de la batalla crece exponencialmente cuando Vegeta decide transformarse en Super Saiyajin 3, una forma que no solo lo dota de una fuerza impresionante, sino que también es visualmente impactante. La animación logra capturar toda la brutalidad y la rapidez de la pelea, con Vegeta mostrando su característico orgullo y determinación en cada golpe.
La pelea entre Vegeta y el Rey Gomah es, sin duda, uno de los puntos culminantes del episodio. Aunque el Príncipe de los Saiyajin logra igualar el combate con su transformación en Super Saiyajin 3, rápidamente queda claro que el Tercer Ojo Demoníaco de Gomah le otorga una ventaja considerable. La intensidad del enfrentamiento es espectacular, con golpes devastadores que sacuden el campo de batalla y secuencias que demuestran la velocidad, estrategia y brutalidad del combate.
El problema es que, como bien sabemos, el Super Saiyajin 3 tiene un alto costo energético, y Vegeta comienza a sentir sus efectos. A medida que la pelea avanza, Gomah demuestra que su poder sobrepasa los límites del Super Saiyajin 3, desgastando poco a poco a Vegeta hasta que este se ve al borde del colapso. Es en este momento crítico cuando la serie introduce un nuevo giro en la trama: Arinsu, con su conocimiento sobre magia, revela que el Tercer Ojo Demoníaco de Gomah tiene una debilidad crucial. Si logran golpearlo en la nuca tres veces, el poder de Gomah podría reducirse drásticamente.
Este giro abre la posibilidad de una estrategia más calculada, pero también deja en claro que Vegeta ya no tiene la energía suficiente para continuar la batalla. Con su transformación agotada y Bulma exigiéndole que regrese, la pregunta queda en el aire: ¿quién puede dar el golpe final?
La aparición del Super Saiyajin 4 en Dragon Ball Daima es un hito para la franquicia, ya que no solo confirma la existencia de esta transformación dentro de la continuidad oficial, sino que además la muestra en todo su esplendor en un combate crucial. Goku, con su característico pelaje rojo y una presencia imponente, se prepara para enfrentarse al Rey Gomah en lo que promete ser una de las peleas más épicas de la serie.
Con Vegeta fuera de combate y Goku listo para luchar con todo su poder, la mesa está servida para el gran desenlace de Dragon Ball Daima. La serie ha sabido construir una historia llena de acción, emoción y nostalgia, y este episodio ha sido la prueba definitiva de que Dragon Ball sigue teniendo la capacidad de sorprender y emocionar a su audiencia.
