Después de años esperando un shooter de mechas en condiciones para PC, puedo decir que War Robots: Frontiers es justo lo que necesitábamos. Se siente como la evolución natural del War Robots original, pero con un enfoque más moderno, más táctico y, sobre todo, con un potencial enorme. Ya desde sus fases tempranas mostraba solidez, y ahora, aunque todavía le falta pulirse, tiene una base lo suficientemente fuerte como para ilusionar a cualquier fan del género. Aquí no solo manejás mechas gigantes, los construyes. Literalmente armás tu máquina pieza por pieza: chasis, piernas, armas, habilidades especiales y más.

Cada componente tiene peso, consumo de energía y funciones específicas, lo que obliga a pensar bien tu estrategia antes de entrar al campo de batalla. ¿Querés velocidad? Sacrificás defensa. ¿Querés artillería pesada? Preparáte para moverte como un tanque oxidado. El combate tiene ese toque pesado que uno espera de un juego de mechas. Los disparos suenan potentes, el retroceso se siente, y caminar con uno de estos robots transmite esa sensación de estar al mando de algo colosal. Nada de robots que flotan por los aires como si fueran globos de feria: acá hay gravedad, peso y un ritmo que apuesta por la táctica más que por el frenetismo.

Con Unreal Engine 5 como motor, el juego se ve bastante bien. Los robots tienen buen nivel de detalle, los mapas —aunque limitados en número por ahora— están bien diseñados, y la ambientación interestelar tiene potencial para expandirse con mundos más variados. Algunos efectos como los daños podrían mejorar (a veces se ven un poco borrosos), pero en general la presentación es sólida. La buena noticia: se puede jugar sin gastar un peso. La mala: vas a tener que invertir tiempo. La moneda del juego se farmea principalmente a través de misiones, y una vez completadas, el ingreso se vuelve más lento. Aun así, con paciencia podés desbloquear piezas, armar mechas potentes y enfrentarte sin problemas a jugadores que sí han pagado.

Eso sí, el sistema de tienda necesita una revisión urgente. Las recompensas aleatorias tienden a repetir ítems, y el progreso puede sentirse frustrante. Además, algunos paquetes de pago como el Pionero ofrecen muy poco por su precio, lo cual ha generado quejas razonables entre jugadores. Uno de los mayores problemas actuales es la escasez de contenido: pocos mapas, pocos modos de juego, y una comunidad aún reducida. Afortunadamente, el matchmaking es rápido, incluso si a veces hay que enfrentarse a bots. Lo que sí se extraña es un modo de entrenamiento o práctica donde uno pueda probar combinaciones sin gastar recursos a ciegas.
War Robots: Frontiers todavía está en desarrollo, pero lo que hay es prometedor. No es un simple reciclaje de su predecesor: es un juego con identidad propia, centrado en la estrategia, la personalización y la inmersión en el combate de mechas. Si los desarrolladores cumplen su hoja de ruta, corrigen los desequilibrios y amplían el contenido, podríamos estar ante uno de los referentes del género en PC.