Un portal oscuro se abre, trayendo consigo demonios furiosos, listos para causar estragos. Sangre, mutilaciones, una pistola que habla y el secuestro de Paula, la novia de García, a manos del villano Fleming, resucitado por los amigos de GRASSHOPPER MANUFACTURE (que suena más como el nombre de una agencia de empleo o una empresa de negocios turbios en Los Ángeles), ansioso por sembrar el caos y hacer sudar al pobre García. Y no solo por el pavor, sino también por el calor que traen los Infiernos y las tinieblas.
La historia, que no podemos revelar por completo, era fantástica en su momento y aún hoy es realmente efectiva. Su estilo desenfadado te atrapa de inmediato, anestesiándote mientras se preocupa por contar mucho más, ampliando cada elección narrativa para destacar esa ignorancia que, en su época, no resultaba para nada cansina, sino que era el eje central de la trama. García es un personaje verdaderamente único: enfadado, profundamente iracundo y agradablemente malhumorado. La cantidad de palabrotas y chistes que lanza en cada palabra es hipnótica, manteniéndonos pegados a la pantalla a lo largo de los cinco actos que nos llevan hasta los créditos finales. Algunos podrían pensar que esta versión cambia algo en cuanto a la jugabilidad; sin embargo, Shadow of the Damned Hella Remastered es una reimaginación que resalta los aspectos gráficos de manera excepcional.
Mejor sigamos un orden, ya que hay mucho que comentar, y algunos puntos podrían hacer que los nuevos jugadores consideren seriamente la compra. Al paquete original se le han añadido cuatro nuevos trajes y un modo New Game Plus, que amplía considerablemente las horas de juego. Nosotros hemos pasado unas quince horas eliminando demonios, lidiando con ovejas ruidosas, oscuridad, burbujas de sangre que estallar con balas, y quién sabe qué más, en este arduo y desafiante viaje de rock, rabia y “¿Dónde está la biblioteca, pendejo?”. Ah, perdonen mi español: prefiero el francés, la lengua del amor.
Shadow of the Damned Hella Remastered es un TPS poco convencional. Cuando digo «poco convencional», me refiero a que hay que apuntar y luego disparar antes de hacer daño a los enemigos. Siguiendo el estilo de Suda51, cada nivel está diseñado con puertas cerradas, llaves por encontrar y múltiples maneras de alcanzar los objetivos. Sin embargo, se percibe una mejora en las mecánicas de combate, con García capaz de esquivar rápidamente, usar la linterna para repeler enemigos y luego hacerles daño con sus armas. Explorar los Infiernos implica prestar mucha atención al entorno, a los detalles que podrían pasar desapercibidos y a lo que es crucial buscar con cuidado. La jugabilidad, que permanece intacta, era nuestra parte favorita de la experiencia en su momento, porque, aunque era caótica, estaba bien definida en su sencillez.
Al principio, solo tendrás una pistola y luego una escopeta. Es fundamental usar las armas con inteligencia, buscando municiones en las distintas áreas para acumular todo lo posible. En ciertas situaciones, es mejor esquivar, evitar los golpes y atacar con astucia. Recomendamos mantener la distancia y usar los barriles de luz que aparecen a lo largo de la aventura, ya que cambian el contexto y ofrecen una emocionante variedad de enemigos. García no es un mago, así que nunca recibirá una carta de Dumbledore. Sin embargo, cuenta con dos habilidades increíbles: la sombra, que le permite moverse en la oscuridad, y la luz, que le permite eliminar enemigos que de otro modo serían imposibles de enviar al Infierno, aunque ya estén allí y no parezcan quejarse de su situación.
La estructura de juego, tan cohesiva como bien integrada, ofrece esta clase de experiencia. Se desarrolla en amplias áreas, agradables, con un diseño de niveles excepcionalmente claro y siempre atractivo. La jugabilidad, divertida y ligera, permite emplear diferentes tácticas de ataque y defensa, donde la violencia es clave para ganar ciertas batallas. En su momento, la idea de utilizar la luz y los barriles fue brillante; hoy sigue siendo efectiva, especialmente en la forma en que se ha integrado en la experiencia. Lo que nos hubiera gustado, sin embargo, es una menor sensibilidad en el control; a veces resulta complicado apuntar con precisión, aunque esto es un detalle menor comparado con lo logrado.
Apropiado tanto para jugadores veteranos como para aficionados, Shadow of the Damned Hella Remastered representa un gran regreso al pasado que no se toma demasiado en serio y que evoca la nostalgia, permitiendo redescubrir una de las producciones más icónicas del medio. Probado en PC, el juego alcanza sin problemas los sesenta fotogramas por segundo. Desde el punto de vista técnico, no tenemos queja, aunque en el aspecto estético hay algunas dudas.
El equipo podría haber prestado más atención a pulir los escenarios, mejorando así las texturas. Aún así, es una remasterización agradable y bien integrada que revive un videojuego que realmente necesitaba volver, justo en un momento en que todo lo antiguo está regresando. Si no soportas el horror, pero buscas algo divertido y amas Halloween, Shadow of the Damned regresa al mercado con entusiasmo, celebrando la belleza de la pistola y su letalidad. Era necesario volver al pasado, reconectarse con él y sentirse cómodo con esas viejas vibras. Shadow of the Damned Hella Remastered logra esta conexión sin dificultad.