La experiencia de METAL SUITS: Counter-Attack es un vertiginoso homenaje a los clásicos juegos de disparos, donde la acción rápida y los combates frenéticos se combinan con una estética pixelada que recuerda a los mejores títulos de la era de los 8 y 16 bits. El juego se presenta como una versión ampliada de Contra, aunque con una jugabilidad más accesible, ideal para quienes buscan una experiencia directa y sin complicaciones. El protagonista, un veterano de guerra, disfruta de su retiro junto a su perro mecánico, pero todo cambia cuando una invasión alienígena destruye su nave y mata a su fiel compañero. Tras ser rescatado por una nave espacial, el héroe renace como una mezcla de hombre y máquina, y comienza su camino de venganza contra los invasores. La historia es simple, pero efectiva, dándole al jugador un propósito claro desde el principio: destruir a los extraterrestres y recuperar lo perdido.
El sistema de combate es uno de los puntos fuertes del juego. A diferencia de otros títulos del género, aquí no hay vidas limitadas. En lugar de eso, el jugador puede equiparse con diferentes trajes de combate, cada uno con habilidades y armas únicas. Estos trajes tienen un sistema de durabilidad: cuando se reciben daños, se desgastan antes de que la salud del personaje se vea afectada. Esto permite a los jugadores experimentar una sensación de «vida infinita» mientras gestionan el desgaste de su equipo. Además, cada traje tiene un ataque especial, lo que agrega una capa de estrategia y variedad al juego. El juego cuenta con una amplia gama de trajes, cada uno ofreciendo diferentes estilos de combate, desde disparos de energía hasta ataques cuerpo a cuerpo o explosivos. Esto le da al jugador una gran flexibilidad para afrontar los niveles de la manera que prefiera, haciendo que cada partida sea única.
Los mapas del juego se extienden a través de varios planetas, cada uno con su propio diseño único y enemigos característicos. La acción es rápida y fluida, con momentos de exploración que permiten descubrir caminos secretos y coleccionables ocultos. Los escenarios están llenos de trampas y obstáculos que requieren reflejos rápidos y una buena estrategia para superarlos. Además, las batallas contra los jefes, aunque entretenidas, se ven equilibradas por el sistema de trajes y los ataques especiales, lo que reduce la dificultad y hace que los enfrentamientos sean más dinámicos y menos frustrantes. Los jugadores pueden aprovechar los puntos de control para retomar rápidamente la acción, sin perder el ritmo del juego.
El estilo visual del juego es encantadoramente retro, con gráficos pixelados que rememoran los días dorados de los juegos de arcade. Cada mapa tiene un diseño distintivo que refuerza la sensación de estar viajando por diferentes mundos, lo que mantiene el interés y la emoción a lo largo de todo el juego. Los efectos visuales, especialmente durante los ataques especiales, son vibrantes y satisfactorios, haciendo que cada victoria se sienta emocionante.
