LUNARK se desarrolla en un lejano planeta bajo un régimen totalitario y ofrece una reinterpretación moderna de los clásicos juegos de plataformas cinemáticos en 2D de los años 90. Asume el papel de Leo, un mensajero con habilidades especiales y un pasado enigmático. Corre, salta, cuélgate, trepa, rueda y dispara en una variedad de entornos pixelados y bellamente animados, que incluyen desde una megalópolis distópica hasta cuevas tenebrosas y un bosque alienígena. Tendrás que superar trampas, resolver acertijos, adquirir mejoras y enfrentarte a droides hostiles. Además de luchar por tu supervivencia, conocerás a un elenco de personajes singulares que pondrán a prueba la lealtad de Leo.
Para quienes no están familiarizados con el género, unas plataformas cinemático es un tipo de juego donde la física y los movimientos del personaje buscan ser lo más realistas posible. Los movimientos suelen estar basados en una rejilla, lo que significa que, por ejemplo, al dar un paso el personaje se moverá una «casilla», y al correr cubrirá dos. Ejemplos clásicos son los primeros Prince of Persia. Sin embargo, Lunark busca dar un paso más: aunque las animaciones y movimientos del protagonista siguen siendo realistas y basados en una rejilla, gracias a la trama, el personaje se mueve de manera más rápida y reactiva, mejorando la sensación de rigidez típica del género.
Los controles son diversos: hay un botón para correr, uno para saltar hacia adelante, otro para rodar, uno para disparar y otro para interactuar. Puede parecer excesivo, especialmente porque el botón para saltar hacia adelante no es el mismo que el de saltar verticalmente, que se ejecuta al presionar hacia arriba. Esto puede generar confusión, pero también ofrece un control más preciso sobre el personaje. Aunque al principio puede requerir un poco de adaptación, el control del protagonista es excepcional y resulta muy placentero jugar.
En cuanto a la trama, nos encontramos en un planeta futurista habitado por humanos, bajo una dictadura controlada por una IA ubicada en Lunark, la luna del planeta. Nuestro protagonista, Leo, es un joven con rasgos felinos (lo que explica su gran agilidad) y su padrastro, le encomienda la misión de explorar unas ruinas en busca de un artefacto. Este último no revela mucho, pero deja entrever que se trata de algo de extrema importancia que podría cambiar el rumbo de la sociedad.
Así comienza nuestra aventura, presentada con un pixel art que, aunque es esencial en número de píxeles, está elaboradamente trabajado en los detalles que logra expresar. Las escenas de corte son especialmente llamativas, ya que el autor se filmó realizando los movimientos necesarios y luego modificó las imágenes cuadro por cuadro para insertar al protagonista, logrando una calidad extraordinaria. Todo esto va acompañado de una música ambiental que se fusiona con los hermosos escenarios, creando un mundo increíblemente inmersivo.
El juego mantiene un ritmo e intensidad constantes, y aunque su duración es bastante limitada, creo que si hubiera sido más largo podría haber resultado monótono. Sin embargo, después de completarlo, deseaba más y en estas dos semanas desde su lanzamiento ya he jugado cuatro veces. Sí, me ha gustado TANTO. No puedo más que recomendarlo a todos los amantes del género, que sin duda no es para todos. Si tienes dudas sobre si te gustará, pruébalo. Es muy probable que esas dudas se disipan rápidamente y termines disfrutando de una pequeña obra maestra.