Este año, la serie conocida por muchos como Yakuza celebra su 20 aniversario. Para conmemorar esta fecha, Ryu Ga Gotoku Studio decidió tomar un giro audaz y fusionar la saga con un tema pirata, dando como resultado Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. ¿Es este un acierto o un experimento fallido? Aquí te dejo mi análisis. Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii representa una arriesgada tentativa por dejar atrás las luchas de la mafia japonesa y sumergirse en el mundo exótico de los piratas. A primera vista, el concepto puede parecer extraño, pero, en realidad, tiene bastante sentido. No es el primer intento del estudio por innovar con la franquicia, y probablemente no será el último.
Este nuevo título es un spin-off que se sitúa seis meses después de los eventos de Like a Dragon: Infinite Wealth. Aunque no es necesario conocer este juego previamente, la historia proporciona suficiente contexto para los nuevos jugadores. Aunque el enfoque en atraer tanto a viejos como nuevos fans ya ha sido explorado por el estudio, creo que, en esta ocasión, han logrado hacerlo de manera efectiva. Sin embargo, la historia tiene sus altibajos, lo que la convierte en el elemento menos destacable del juego, al igual que ocurrió con Yakuza 5, donde la abundancia de tramas hizo que la narrativa se sintiera más pesada de lo necesario. Uno de los mayores atractivos de este título es ver al carismático Goro Majima en un entorno completamente diferente, amnésico y en una isla olvidada. Su transición a pirata le sienta sorprendentemente bien, casi como si fuera un Jack Sparrow japonés. No obstante, la narrativa sufre de una estructura algo repetitiva y predecible, con un recorrido de punto A a B que se hace patente rápidamente. En comparación con otros juegos como Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, que también se caracterizó por ser un fanservice con una historia más compleja, este nuevo juego busca mantenerse autónomo, aunque no siempre lo consigue.
El guion tiene momentos interesantes, pero no ofrece la misma profundidad que otros títulos de la saga, como Yakuza 0, por lo que aquellos que esperen una narrativa profunda, podrían sentirse decepcionados. Sin embargo, el formato episódico del juego, con capítulos bien definidos, mantiene el ritmo de la historia, lo que hace que este spin-off funcione como un episodio más de la saga. A pesar de que la historia puede ser lo menos interesante, la jugabilidad es sin duda el principal atractivo de este juego. Aunque es una entrega más pequeña en comparación con otros títulos recientes, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii ofrece un montón de contenido entretenido. El nuevo sistema de combate, que permite manejar dos estilos de lucha, es sin duda uno de los puntos fuertes del juego. Uno de estos estilos incorpora gadgets como el gancho de agarre, mientras que el otro se basa en los movimientos más característicos de Majima.
El sistema de combate, ágil y fluido ha sido mejorado respecto a entregas anteriores, y es más rápido, sobre todo gracias a las mecánicas de combate en tiempo real. Los combates son rápidos y satisfactorios, y la posibilidad de realizar combos aéreos y combinarlos con otros movimientos le da un toque espectacular a la jugabilidad. Aunque no se trata de una innovación revolucionaria, el sistema de combate ha alcanzado un punto de madurez que lo convierte en una de las experiencias más divertidas y emocionantes de la serie. Además, el juego ofrece varios árboles de habilidades, que permiten mejorar tanto las habilidades específicas de los estilos de combate como las capacidades universales de Majima. El nivel de personalización es impresionante, con objetos como joyas que afectan las estadísticas de ataque y defensa, lo que le da un toque estratégico a la progresión del personaje.
La gran novedad en este juego es el componente pirata, que incluye la posibilidad de manejar tu propio barco y realizar expediciones en busca de tesoros. Las batallas navales son un elemento central del juego, y aunque el sistema no es particularmente complejo, ofrece una sensación de libertad y emoción al surcar los mares. La interacción con la tripulación y el mantenimiento del barco añaden una capa interesante a la jugabilidad. Por supuesto, no todo es lucha: también hay espacio para los minijuegos tradicionales de la saga, como el karaoke, el béisbol loco y el bingo de golf. Estas actividades regresan en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, y aunque no son cruciales para la trama, añaden un toque de diversión y distracción.
Aunque la narrativa podría haber sido más rica, el juego compensa con su abundante contenido y su jugabilidad adictiva. El juego te invita a explorar la isla Madlantis, un paraíso para los piratas, pero también regresa a Honolulu para recordarte que este podría haber sido un simple DLC de la entrega anterior. No obstante, la experiencia sigue siendo refrescante y diferente, ofreciendo nuevas mecánicas y contenido que mantienen la jugabilidad fresca.