Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es un viaje sin precedentes gracias a una fidelidad absoluta al mito japonés y a la tradición que sustenta su mitología, tratada de manera ejemplar y significativa dentro del proyecto de Capcom. Por supuesto, aunque se ha dado poca publicidad a la obra y no hay versiones físicas, alguien podría estar muy preocupado. Sin embargo, no es exactamente así: Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es un videojuego único, original y profundo, con una historia profunda y detallada, que se centra de forma ejemplar en mostrarse y expresarse de la mejor manera. En un mercado como este, a menudo cansado y encendido por producciones de todo tipo, Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es la respuesta que necesitas para ampliar la visión de conjunto en un género, el de acción, a veces extremadamente similar entre producciones aparentemente originales y otras tantas poco convincentes, pero que aun así realza sus profundidades.
Todo, cada elemento, habla de corrupción. La montaña, desde la que comenzó el desastre, es la de Katufu. Un lugar sagrado, tan importante para el sintoísmo como para los peregrinos que parten hacia él en busca de lo bello, de lo profundo, de lo inédito. La belleza brilla a través de él, y se expresa fácilmente a través del guerrero elegido para la ocasión, el silencioso pero letal Soh, para proteger a la Diosa, llamada Yoshiro, para protegerlo. Para enmarcar esta conmovedora y densa historia, a la par que valiosa y detallada, se encuentra la danza Kagura, detallada por el equipo como fundamental en la estructura lúdica de la obra, relevante y conmovedora.
Es la expresión con la que expresa todas sus maravillas. Soh es un personaje silencioso, por supuesto, pero de cada suspiro se siente el peso de su tarea: proteger a su dama de las Furias, feroces enemigos que pretenden expulsarla de su trono hecho de certezas y flores de loto. Esos colores brillantes que la protegen, dándole alivio para un momento determinado, representan la belleza de todo el videojuego, con este último expresando sus maravillas a través de una implicación emocional única, capaz de conmover e impactar. Ese sueño que ambos viven, con la esperanza de dar una nueva vida a la montaña, es lo que más me gusta de todo el videojuego de Capcom, apareciendo este último, además, entre los cimientos mismos del contexto, a su vez magistralmente renderizado.
Durante la aventura, que dura unas ocho horas (pero aún más, si eliges afrontar la experiencia con un ritmo más lento y repitiendo los escenarios), Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es un videojuego muy grande, con una historia que toca el corazón y el espíritu. La fidelidad en torno al mito japonés, en el que se basan todos los aspectos, es de lo más bella y cálida que existe, ya que cada elemento está debidamente encajado, con pasión. Esto se siente en la relación entre los distintos personajes, cada uno de ellos tratado adecuadamente, tanto como para involucrar y emocionar, tanto que es relevante para toda la trama de la historia sostenida por el equipo japonés de una manera única.
Suspendida entre dos géneros, en una hibridación muy original y total, la demostración de Kunitsu-Gami: Path of Goddess es pasión, talento y visión. Combinar dos rasgos estilísticos lúdicos para crear una obra no es poca cosa, como nos demuestra Capcom con cada publicación, y como se expresa en esta nueva IP que, además de demostrar originalidad, destaca el poder expresivo del equipo en todos los aspectos, tanto narrativos como lúdicos. Kunitsu-Gami: Path of Goddess es un triunfo del diseño de juegos centrado en la asíntota para mostrar lo profundo y especial que es captar la atención con talento, además de estar bien mantenido de principio a fin.
Por su parte, es fundamental destacar que el videojuego de Capcom es una acción con dinámicas tácticas, en la que el jugador toma directamente la acción de cada una de sus elecciones y apoya decididamente a su equipo. El objetivo es purificar toda la montaña desde su cima hasta su base, utilizando los poderes de la Diosa y las habilidades de Soh, un personaje que, subrayo, tiene una gran importancia para toda la continuación de la aventura. Bien propuesto y atractivo, Kunitsu-Gami Path of the Goddess se ajusta a la acción, permitiéndote eliminar a las Furias y así permitir que Yoshiro llegue a las puertas Torii para purificarlas. El videojuego ofrece diferentes formas de perseguir y profundizar este enfoque lúdico, mostrando talento y asombro con personalidad, dando al jugador todas las opciones para dar forma a su destino dentro de la historia.
Sin embargo, es un trabajo muy profundo, con un sistema de juego atractivo que algunos pueden encontrar intrincado, cuando llega el momento de poner las unidades necesarias para derrotar a las Furias y continuar la aventura en el campo. Sin embargo, es la belleza de lo que sucede en este espectáculo lúdico lo que me ha gustado, y que me ha proporcionado las habilidades necesarias para liderar a los hombres de una manera organizada y especial. El diseño del juego, en este sentido, está detallado con profundidad, tanto que es el verdadero protagonista. Tienes que saber explotar adecuadamente cada habilidad y proteger, de hecho, a Yoshiro en su camino. Fracasar significa repetir el escenario, y lo bonito de todo, sin embargo, es que todo varía según los niveles.
Todos tienen diferentes formas de presentarse al jugador, tanto que se vuelve imposible prescindir de ellas. Incluso si lo he terminado, lo reconozco, no he pensado en nada más durante días. Utilizar el mito y la leyenda con tanta sabiduría para hacerlos chocar con la belleza del mundo no es para todos: es un viaje espléndido que solo puede hacer bien al mercado. Lo que también garantiza es la máxima rejugabilidad en todas sus formas, con la posibilidad de recorrer completamente los niveles de una manera diferente.
Reconozco que le tengo mucho cariño a este videojuego. Es exactamente la enésima prueba de fuerza de Capcom, que no se ha perdido ni una sola desde hace tiempo. Y eso era lo que realmente necesitábamos, ahora que el mercado está dominado por mundos abiertos que son demasiado similares entre sí.