Cinco meses después de su lanzamiento en Xbox Series X|S y PC, Indiana Jones y el Antiguo Círculo finalmente aterriza en PlayStation 5. Su llegada está programada para el 17 de abril de 2025, con acceso anticipado de dos días para quienes reserven la edición de coleccionista. Los fans de Sony están listos para embarcarse en una épica cacería de tesoros que los llevará desde Connecticut hasta el Vaticano, pasando por Egipto, Tailandia, el Himalaya y mucho más.

La versión para PS5 es prácticamente idéntica a la de Xbox Series X. MachineGames y Bethesda han logrado un port sólido que mantiene una resolución dinámica para asegurar una tasa de 60 fps estable durante toda la experiencia. La calidad visual, el nivel de detalle y la fluidez están totalmente a la altura. Gracias al motor gráfico iD Tech 7, los personajes, escenarios y animaciones lucen espectaculares. El ray tracing mejora notablemente la iluminación global y contribuye a una inmersión más profunda. Pero el verdadero valor añadido en PS5 es el mando DualSense: el feedback háptico transmite la fuerza de cada golpe, ya sea con los puños o con armas improvisadas, mientras que los gatillos adaptativos añaden realismo al disparar con las pocas armas de fuego disponibles. Eso sí, la respuesta de la mítica frusta deja algo que desear, ya que fuera de las secciones de escalada apenas transmite sensaciones.

Como ya se dijo en la reseña de la versión original, este título rinde homenaje al personaje con respeto y cariño. Muchos lo consideran el verdadero cuarto capítulo de la saga, ignorando El Reino de la Calavera de Cristal de 2008, e incluso más disfrutable que la reciente El Dial del Destino. La historia se sitúa en 1936, entre En busca del arca perdida y La última cruzada, en plena efervescencia política con los regímenes totalitarios consolidándose en Europa. Indy se embarcará en una misión para resolver un antiguo misterio, viajando por varios continentes y enfrentando peligros a cada paso. Aunque el juego llega intacto en términos de contenido, también lo hacen sus limitaciones. El enfoque principal es el sigilo, y no se complementa con una vertiente de acción lo suficientemente desarrollada como para ofrecer alternativas reales.

Entendible, ya que Indiana Jones nunca ha sido un héroe de tiroteos, sino más bien de ingenio y astucia. Sin embargo, ser descubierto puede llevar a enfrentamientos largos y algo repetitivos, especialmente contra soldados nazi-fascistas. Un detalle molesto es la imposibilidad de guardar o soltar el objeto que llevamos en las manos para volver a pelear con los puños. En plena acción, intentar defenderse con una cámara fotográfica no es precisamente ideal (lo decimos por experiencia). Narrativamente, el juego logra capturar la esencia de la saga cinematográfica sin recurrir a un simple desfile de referencias. El humor característico está presente, y Troy Baker, en la versión original, ofrece una interpretación de Indy que no desentona con el Harrison Ford de los años 80.
Los escenarios están muy bien recreados, con especial mención al Vaticano y Roma, que destacan por su nivel de detalle. Aunque algunos puzles son demasiado fáciles en la dificultad normal y ciertas mecánicas se sienten un tanto anticuadas (¿realmente es necesario girar una llave manualmente para abrir una puerta?), el conjunto funciona y mantiene al jugador enganchado. A nivel técnico, el apartado gráfico es impresionante: alta resolución, ray tracing bien implementado, una tasa de frames estable y cinemáticas que parecen sacadas del cine. Además, el doblaje en español está bien logrado y mantiene la coherencia con los personajes.