Gravelord es un shooter de la vieja escuela que destaca por su propuesta fresca, pero a la vez nostálgica, recordando a los clásicos como Doom y Quake, pero con un toque moderno en gráficos y audio. La jugabilidad rápida, directa y llena de acción te invita a revivir la época dorada de los boomer shooters, pero con nuevas mecánicas que enriquecen la experiencia. Desde el primer momento, el juego te engancha con su protagonista carismático, que tiene frases memorables a lo Duke Nukem, pero con una personalidad única. Mientras avanzas por niveles llenos de secretos y hordas de enemigos, te enfrentas a un mundo diseñado para la diversión, sin preocuparse demasiado por la “realidad” de los escenarios.
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La estética se mantiene fiel a la tradición de los shooters retro, pero con gráficos de alta fidelidad y un estilo visual que recuerda a Borderlands, mezclando detalles geométricos y un toque de humor en cada rincón del diseño. Una de las características más innovadoras de Gravelord son las cartas del tarot, que ofrecen buffs únicos y pueden alterar significativamente tu jugabilidad. A medida que avanzas, puedes elegir entre tres cartas por nivel, cada una con su propio poder, pero eligiendo una sacrificarás las otras, lo que exige decisiones estratégicas en cada partida. Aunque por ahora las cartas son limitadas, tienen un gran potencial para futuras partidas, y sin duda serán una pieza clave en las repeticiones del juego. En cuanto a la jugabilidad, aunque en sus primeras etapas aún se siente algo de pulido, la experiencia es sumamente satisfactoria.
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Los disparos son precisos, los enemigos ofrecen un reto interesante sin ser demasiado abrumadores, y las mecánicas como el poder de la pala espectral te permiten moverte rápidamente por los niveles, aportando un dinamismo adicional. Este poder, en particular, es útil tanto para resolver puzzles como para mejorar tu movilidad en arenas de combate. Los niveles están bien diseñados, con desafíos de plataformas y secretos que invitan a la exploración. Cada mapa tiene su propio encanto y se sienten únicos, aunque algunos de los enemigos podrían beneficiarse de un poco más de variedad en sus animaciones de muerte y salud. Sin embargo, los combates siguen siendo entretenidos, especialmente cuando activas los disparos alternativos de las armas, que son poderosos, pero requieren un uso estratégico, ya que el tiempo de recarga se aplica a todas las armas.
A pesar de que Gravelord se inspira claramente en títulos como Quake y Doom, hay una clara evolución en su estilo, con un ritmo algo más lento y un diseño de niveles que busca más el desafío táctico que la pura velocidad. Sin embargo, mantiene la esencia de la acción frenética, pero con un enfoque en el control y la toma de decisiones, lo que lo hace único dentro de este subgénero. Otro punto a favor es la inclusión de un editor de niveles, que se añadirá cuando el juego llegue a su versión final. Esta herramienta permite a los jugadores crear y compartir sus propias creaciones, lo que amplía enormemente la rejugabilidad y la comunidad de Gravelord.