Después de diez años desde su lanzamiento exclusivo para la consola portátil PlayStation Vita, regresa al mercado una producción con gran potencial. Sin embargo, ¿resiste el paso del tiempo y merece la pena la nueva edición remasterizada? Te contamos todo en nuestra reseña de Freedom Wars Remastered. PlayStation Vita tuvo varias propuestas exitosas, pero Sony abandonó la consola rápidamente, impidiendo que alcanzara el éxito de otras plataformas portátiles. Freedom Wars es considerado uno de los grandes títulos de la Vita, por lo que el anuncio de una remasterización fue una grata sorpresa. Aunque Sony no estuvo directamente involucrada en el juego, llegaron a un acuerdo con Bandai Namco Entertainment para que Dimps, conocido por su trabajo en la serie Dragon Ball: Xenoverse, se encargara de la remasterización.
A pesar de que Sony no mostró interés en revivir la franquicia, el acuerdo entre Bandai Namco y PlayStation es tan amplio que Dimps no solo tuvo la oportunidad de mejorar la versión original, sino también de expandir el universo de Freedom Wars en el futuro. ¿Es posible una secuela de Freedom Wars? Muchos de los creadores del juego original ahora están en Dimps y están entusiasmados por hacer crecer la saga, pero todo depende del éxito o fracaso de Freedom Wars Remastered. Tras varias horas con el juego, puedo decir que la experiencia es bastante interesante. Han pasado más de diez años desde el lanzamiento original, por lo que es necesario recordar los elementos clave del universo que ofrece Freedom Wars, ya que el mundo y la historia siguen siendo dos de las principales ventajas de esta remasterización. Los creadores de la versión remasterizada no hicieron grandes cambios en este aspecto, por lo que el juego sigue invitando a los jugadores a un futuro distópico en el que los sobrevivientes luchan contra enormes máquinas. ¿Cómo hacer frente a estos oponentes? La sociedad está dividida entre los que cuidan la gran ciudad-estado prisión, llamada Panóptico, y los prisioneros que deben luchar contra los opresores.
Los ciudadanos se encargan de proteger el Panóptico y pueden desarrollar el lugar como un centro de operaciones, mientras que los prisioneros, conocidos como «pecadores», son condenados desde su nacimiento a cumplir una sentencia de 1.000.000 de años en prisión. El castigo por su crimen es el combate, y el personaje principal de Freedom Wars Remastered es, por supuesto, uno de esos prisioneros, obligado a lidiar con su destino. Cada actividad «positiva» (como completar misiones) reduce su condena, pero incluso las conversaciones triviales o el simple hecho de caminar por la prisión aumentan la duración de la sentencia. El sistema de jerarquía entre los prisioneros es claro: a medida que completamos tareas más básicas, aumentamos nuestro nivel de CÓDIGO, lo que nos permite acceder a misiones más complejas y mejor equipo. Uno de los elementos más interesantes del mundo de Freedom Wars son los «Accesorios», cyborgs que ayudan a los pecadores a salir de la prisión, reciben misiones y, a su vez, aumentan la condena. La máquina nos acompaña durante toda la aventura, y hay algunas novedades en esta remasterización: se han agregado nuevas voces en inglés, pero el trabajo de voz no es del todo satisfactorio, pues su tono parece extraño y no encaja bien con el resto del elenco.
Los desarrolladores decidieron no reconstruir la historia, lo que considero que no fue la mejor opción. El juego original ya me resultaba algo excesivo a veces, y esta actualización no es diferente. Aunque las misiones ofrecen una experiencia interesante, la constante repetición de actividades y las conversaciones interminables pueden hacer que el juego se vuelva tedioso. Además, la falta de subtítulos en polaco puede resultar frustrante para algunos jugadores, ya que largas charlas a menudo se sienten innecesarias. Cuando los prisioneros no están en su base, se embarcan en misiones para enfrentar a más enemigos, rescatar a civiles atrapados o competir contra otros grupos. En estos momentos, Freedom Wars Remastered muestra lo mejor de sí mismo. Los controles se han adaptado a los nuevos mandos, pero la dinámica de los combates y los objetivos de las misiones siguen siendo los mismos que en el original, lo que puede ser tanto bueno como malo. Por un lado, las peleas son emocionantes y la rapidez de las misiones (pensadas para una consola portátil) invita a seguir jugando, pero a largo plazo el juego puede resultar repetitivo.
El sistema de juego sigue siendo bastante sencillo: tenemos un objetivo, elegimos equipo, formamos un equipo, y nos lanzamos a la acción para eliminar a los enemigos y completar la misión. Después de varias horas de juego, la fatiga empieza a notarse, especialmente debido a las conversaciones interminables en la base. Sin embargo, las misiones cortas siguen siendo un punto fuerte si se juega en sesiones breves, algo que encaja perfectamente con las plataformas portátiles como PlayStation Portal o Nintendo Switch. Una de las mejoras más notables es la calidad gráfica. El juego original se ejecutaba a 544p en la PS Vita, y ahora, con la remasterización, cada escena se ve mucho más clara, con texturas mejoradas y cinemáticas más pulidas. En la PS5, el juego corre a 2160p a 60 fotogramas por segundo, lo que mejora significativamente la suavidad y calidad visual.
Aunque las misiones siguen siendo relativamente sencillas, se han añadido novedades, como el modo «Deadly Sinner», que introduce operaciones más difíciles y desafiantes. El sistema Thorn, que permite a los pecadores moverse rápidamente o atacar con una cuerda parecida a la telaraña de Spider-Man, sigue siendo una mecánica divertida, aunque un poco impredecible. Ahora, el sistema permite cancelar acciones durante los combates, lo que ofrece mayor control y mejora la experiencia. La remasterización de Freedom Wars se lanzó no solo para PS5, PS4 y PC, sino también para Nintendo Switch. Aunque no puedo confirmar cómo se desempeña en la consola híbrida, el juego se ve bien en la PS5, con texturas de alta resolución y un rendimiento estable de 60 fps. No obstante, los gráficos no han recibido una reconstrucción profunda, lo que hace que la remasterización se sienta como una mejora técnica más que un rediseño completo.