Disponible desde el 27 de marzo para PC, PlayStation y Xbox, Atomfall es un juego de acción y supervivencia que se inspira en hechos reales. Desarrollado y editado por Rebellion, nos transporta cinco años después de la catástrofe nuclear de Windscale, en el norte de Inglaterra. Como prisionero atrapado en una zona de cuarentena, tu misión será escapar, descubrir los oscuros secretos del lugar y sobrevivir a los peligros que acechan en cada rincón. En Atomfall, tomamos el control de uno de los sobrevivientes atrapados en un área excluida, con un panorama devastado por el desastre nuclear de 1957. El juego nos ubica en un contexto de desesperación, donde nos despertamos misteriosamente en un bunker abandonado y debemos comenzar nuestra investigación sobre lo que realmente sucede en la zona.
Al principio, no hay una ruta clara a seguir: las decisiones que tomes, los personajes con los que interactúes y los documentos que encuentres guiarán tu progreso, llevando la historia en direcciones inesperadas. La jugabilidad se basa en la exploración de diversas zonas dentro de la cuarentena, cada una con sus propios desafíos. Deberás resolver misterios y completar investigaciones mientras navegas por terrenos peligrosos. A lo largo del juego, irás desbloqueando nuevas misiones que te sumergirán en diferentes ramas de la historia. Atomfall no tiene una única senda; puedes seguir varias misiones al mismo tiempo y decidir cómo quieres que se desarrolle tu aventura. Sin embargo, no todo es sencillo en este mundo arrasado. El peligro está siempre presente, desde facciones hostiles hasta los infectados, pasando por las radiactivas zonas de alta contaminación y plantas explosivas. Cada uno de estos elementos pondrá a prueba tus habilidades de supervivencia. Pero lo que realmente te hará temblar son las facciones enemigas, cuyas fuerzas parecen implacables.
Tu aventura comienza sin armas, por lo que los primeros combates dependerán de tu habilidad para luchar a mano limpia. Pero no tardarás mucho en encontrar hachas, cuchillos y otras armas de cuerpo a cuerpo. Más adelante, podrás recoger armas de fuego, como pistolas o rifles, aunque las municiones son escasas y deberás usarlas con prudencia. La supervivencia se vuelve más compleja a medida que los enemigos se multiplican, y al final del juego, las armas a distancia serán esenciales para salir con vida. Las armas no son lo único que necesitarás para sobrevivir. Durante tu viaje, tendrás que recoger recursos y fabricar objetos vitales como bandages, pociones o incluso explosivos. La creación de estos elementos dependerá de encontrar recetas o intercambiarlas con comerciantes. Pero, a diferencia de otros juegos, Atomfall no ofrece un sistema de experiencia tradicional. El progreso está basado en habilidades que podrás mejorar a medida que exploras y encuentras manuales de formación por el mundo.
El mundo de Atomfall se divide en cuatro zonas principales: Slatten Dale, Wyndham Village, Casterfell Forest y Skethermoor. Cada una alberga una serie de lugares como bunkers, casas, iglesias y campamentos. Todos estos puntos de interés están conectados por un único lugar clave: el intercambiador, un gigantesco laboratorio subterráneo donde se desvelan los misterios del juego. Además, al avanzar en la historia, descubrirás otro sitio importante: el Oberon. El ambiente es típicamente post-apocalíptico, con aldeas en ruinas, vehículos abandonados y helicópteros estrellados. Lo que más destaca es la mezcla de futurismo con el estilo de los años 60, lo que le da un aire de Fallout a la estética del juego. El mundo está plagado de detalles, pero la falta de variedad en las zonas limita la sensación de exploración.
A pesar de sus aciertos, Atomfall presenta varios problemas. La dificultad, a pesar de las diferentes opciones de dificultad, está mal equilibrada. Desde el inicio, te enfrentas a enemigos extremadamente poderosos, especialmente los infectados, que pueden derribarte con pocos golpes. En contraste, tu personaje debe gastar muchas municiones o varios golpes para acabar con ellos. La situación empeora cuando los enemigos mecánicos entran en juego, añadiendo más tensión a cada enfrentamiento. Uno de los mayores inconvenientes del juego es la estructura de misiones tipo «FedEx», donde las tareas de ir de un lugar a otro se vuelven repetitivas y extenuantes. El problema se agrava por la falta de medios de transporte rápido, lo que obliga a recorrer las mismas zonas una y otra vez. Por suerte, los enemigos no reaparecen constantemente, lo que ofrece algunos momentos de alivio.
