Atelier Yumia: The Alchemist of Memories & the Envisioned Land es el último capítulo de una saga que comenzó en 1997, gracias al talentoso equipo de GUST, que ha mantenido la tradición de los JRPG con un fuerte enfoque en la alquimia y la creación de objetos. Tras probarlo en profundidad en PlayStation 5, es evidente que este título sigue siendo fiel a los elementos que los fans adoran, pero también introduce algunas novedades interesantes. La historia sigue a Yumia, una alquimista de carácter introvertido, marcada por la muerte de su madre y por un misterio que envuelve la caída del imperio de Aladis y la prohibición de la alquimia. Se une al Cuerpo de Investigación, donde, con la ayuda de sus compañeros Vicktor e Isla Von Duerer, enfrentará varios desafíos para descubrir la verdad detrás de los acontecimientos. En su viaje, Yumia tendrá que lidiar con el prejuicio hacia las alquimistas, pero, a medida que avance la trama, ganará confianza en sí misma, demostrando que la alquimia puede ser una fuerza positiva.
Como en cada título de la saga, el núcleo de la jugabilidad de Atelier Yumia se centra en tres pilares fundamentales: exploración, combate y alquimia. El mundo del juego es vasto y lleno de materiales que podemos recoger, los cuales son esenciales para crear objetos, armas y pociones utilizando las habilidades alquímicas de Yumia. La cantidad de ingredientes disponibles es enorme y, aunque al principio puede parecer algo abrumante, vale la pena recolectar todo lo que podamos, especialmente al comienzo, para no quedarnos sin recursos más adelante. A diferencia de los capítulos anteriores, el sistema de combate ha sido simplificado para hacer las batallas más dinámicas y fluidas. El grupo está formado por tres personajes en primera línea, pero podemos cambiar fácilmente de uno a otro durante los combates. Cada miembro del equipo tiene habilidades específicas que se pueden combinar en combos, aunque también tendremos que prestar atención a la gestión de recursos y a la disposición en el campo de batalla, que está dividido en dos áreas concéntricas.
La alquimia en Atelier Yumia es una de las mecánicas más fascinantes y profundas del juego. Cada creación, ya sea objetos simples como vendas o poderosas armas, depende de nuestra capacidad para combinar ingredientes en patrones predefinidos. Cada decisión que tomemos, como la posición de los materiales, afectará las características finales del objeto. Si prefieres no complicarte demasiado, puedes optar por un sistema automático para el crafting, aunque perderás parte del encanto de personalizar los objetos. Además de crear objetos, también podremos decorar nuestro atelier con muebles y otros elementos, lo que añade un toque de personalización y profundidad al juego. La gestión de materiales, la creación de objetos y la experimentación son, sin duda, uno de los aspectos más satisfactorios de Atelier Yumia. El mundo de juego es amplio y variado, pero las misiones secundarias pueden resultar repetitivas, ya que se limitan principalmente a crear objetos a pedido o cazar monstruos. Aunque el mundo tiene mucho por explorar, la variedad de actividades es algo limitada.
Afortunadamente, algunas zonas permiten desplazarse rápidamente, y encontramos cuerdas mágicas que conectan varias áreas. Al tener el objeto adecuado en nuestro equipo, podemos usarlas como si fueran teleféricos. También tendremos que gestionar nuestra reserva de mana, que es esencial para muchas acciones, como crear objetos fuera del atelier o resistir caídas desde grandes alturas. El sistema de combate, aunque intuitivo, puede resultar algo confuso debido a la asignación de las acciones al gatillo L2, lo que puede llevar a errores al seleccionar objetos durante el combate. Sin embargo, las mecánicas de combate se han mejorado en comparación con entregas anteriores, lo que hace que el juego sea más accesible sin sacrificar demasiado en términos de profundidad.
