The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered se anunció y se lanzó a la venta, de manera sorpresiva, el 22 de abril para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, presentándonos algo más que una simple remasterización del clásico de fantasía medieval.
Lo cierto es que el juego ha resultado ser toda una actualización del título de 2006, y uno de los apartados que más mejoró ha sido su creador de personajes, el cual se ha llenado de detalles realistas que han permitido a los jugadores diseñar los más espantosos y hermosos absurdos que alguna vez hubiésemos imaginado.
Cuando Oblivion llegó en 2006, su sistema de creación de personajes fue una revolución para la época. Ofrecía una libertad inusual para moldear rostros y cuerpos, con sliders que permitían modificar desde la altura del pómulo hasta la curvatura de la frente. Lo cierto es que aunque era más complejo que el de Morrowind, pero también se sentía algo tosco y, en ocasiones, daba resultados que rozaban lo grotesco sin proponérselo. Aun así, fue parte esencial del encanto que definió al juego.
Ahora, con Oblivion Remastered, ese sistema ha recibido una mejora sustancial. El nivel de detalle al personalizar a tu personaje es abrumador: texturas realistas, iluminación facial mejorada, y una flexibilidad quirúrgica para deformar o embellecer cada aspecto del rostro. Como resultado, la comunidad ha empezado a compartir auténticas obras de arte maldito.
De esta manera, Internet se ha llenado con elfos con mandíbulas de piedra, orcos con narices del tamaño de una cabeza, humanos con miradas vacías que más bien parecen muñecos y waifus de simetrías imposibles. Todas criaturas que parecen sacadas de un sueño febril y que, en su rareza, poseen una belleza que no puede ser ignorada.
