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Review. Tempest Rising

Cuando era niño, pasé incontables horas frente a la computadora jugando clásicos de estrategia como Command & Conquer. De todos ellos, Command & Conquer: Generals se llevó una buena parte de mi infancia. Sin embargo, el género RTS —y en particular los juegos de guerra— ha estado bastante olvidado en los últimos años. Por suerte, el estudio danés Slipgate Ironworks decidió que era hora de cambiar las cosas y se puso manos a la obra con Tempest Rising, un título que busca revivir la esencia de la estrategia clásica con un ligero toque moderno. Ya en las primeras impresiones, Tempest Rising había dejado buenas sensaciones, y ahora me tocaba a mí comprobar si realmente podía reavivar esa chispa del género o si todo era demasiado bonito para ser verdad.

El mundo de Tempest Rising se construye sobre el universo de Bombshell, situándose unos cien años después de los eventos de Ion Fury. En esta historia alternativa, la Crisis de los Misiles en Cuba no solo escaló, sino que desembocó en una Tercera Guerra Mundial. Así se enfrentan dos grandes facciones: la Global Defense Force, claramente inspirada en el bloque occidental, y la Tempest Dynasty, con raíces en los países euroasiáticos. La elección de bando no es un mero trámite: aunque comparten ciertas bases, cada facción ofrece su propia experiencia de juego. Además, el título incluye no una, sino dos campañas independientes, cada una con once misiones, sumando así más de veinte misiones para disfrutar.

El inicio de cada campaña funciona como un tutorial encubierto, enseñándote lo esencial: cómo construir tu base, manejar las unidades y expandir tu ejército. A medida que avanzas, se desbloquean nuevas unidades y estructuras, hasta alcanzar el clímax bélico en las últimas misiones. Antes de cada enfrentamiento, recibirás instrucciones de Commandant Fisher o del fundador de Tempest Dynasty, Domovoy Molchalin. Estas escenas cinematográficas, aunque sencillas, aportan contexto y urgencia a las misiones, y si quieres profundizar más en los objetivos o en el enemigo, puedes hacerles hasta tres preguntas adicionales antes de partir al combate. El centro de toda esta guerra es un recurso llamado Tempest, una misteriosa planta que genera energía y cuya explotación ha desatado el conflicto entre las dos superpotencias.

En cuanto a modos de juego, Tempest Rising ofrece lo que se espera de un RTS clásico: dos campañas extensas, modo Escaramuza (Skirmish) y Multijugador en línea. Aunque no introduce grandes novedades, lo que ofrece está bien construido. En Skirmish puedes enfrentarte a uno, dos o tres bots, personalizando los equipos a tu gusto: todos contra todos, uno contra todos, o en equipos. Lo mismo se aplica al Multijugador en línea, aunque aquí, obviamente, luchas contra otros jugadores reales. Además, puedes configurar pequeños ajustes antes de cada partida, como la cantidad de recursos iniciales o el tamaño de tu ejército. De lanzamiento, el juego cuenta con nueve mapas, una cantidad justa para no quedarse corto ni sentirse repetitivo demasiado rápido.

En cuanto a jugabilidad, Tempest Rising funciona de maravilla. Construir tu base y expandir tu ejército es intuitivo y fluido, aunque algunas decisiones de diseño, como la manera en que se gestionan las mejoras de los edificios, pueden resultar confusas en un principio. Afortunadamente, son detalles que se aprenden rápido. El apartado sonoro también brilla: la música acompaña perfectamente la acción bélica, elevando la intensidad en los momentos clave, y las actuaciones de voz en las cinemáticas están bien logradas. Eso sí, en ocasiones los efectos de sonido —como disparos o motores de tanque— suenan demasiado bajos incluso cuando la cámara está encima del combate, pero no llega a empañar la experiencia general.

Estéticamente, el juego apuesta por una atmósfera más sombría que la de títulos clásicos como Command & Conquer, pero esta decisión encaja bien con el tono más serio de la historia. Quizá el mayor punto débil de lanzamiento es la escasez de facciones: solo puedes elegir entre dos. No obstante, ya se anunció que próximamente se añadirá una nueva facción, los Veti, en una actualización futura.

8.0
Description
Tempest Rising no solo es una carta de amor a los fans de la estrategia clásica, sino también una propuesta sólida por derecho propio. Sin reinventar la rueda, ofrece una experiencia intensa, accesible y gratificante que cualquier amante de los RTS sabrá disfrutar. Si alguna vez soñaste con revivir las viejas glorias del género, este juego sin duda merece tu atención.

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