El nuevo título cambia radicalmente el enfoque, ya no propone macrozonas para explorar, sino que se centra en las típicas expediciones al estilo Granblue Fantasy: Relink, un trabajo que fue tomado como ejemplo por el equipo original. Y fue una elección inteligente, porque cada desafío, incluso el más difícil, se vuelve realmente atractivo y, finalmente, incluso divertido. En definitiva, cada expedición te permite optar por un personaje diferente. Inicialmente, la historia te obligará a optar por diferentes personajes, pero después de eso la situación cambia, permitiéndote centrarte en un solo protagonista, con el objetivo de hacerlo crecer. Los enfrentamientos siempre tienen lugar en un área abierta llena de enemigos y cofres que contienen modificaciones, que se pueden instalar de inmediato, así como potenciadores que otorgan muchas posibilidades en la batalla y aumentan el ataque y la defensa. El sistema de combate se centra en acciones de acción siempre rápidas, nunca triviales, llenas de ideas y situaciones que te dejan considerablemente con la respiración contenida, lo que hace que la aventura sea particularmente efectiva, siempre teñida de novedades y diferentes peculiaridades.
Cada pelea comienza con la clásica eliminación de mobs y un logro total de la misión, que puede destacar en la lucha contra un jefe letal, o de alguna otra manera. En definitiva, de misión en misión, las situaciones cambian inesperadamente, con muchas diferencias sustanciales y nuevas incorporaciones que completan una experiencia realmente placentera. El ritmo del juego también implica gracias al sistema de combate. Es rápido, instantáneo y está lleno de combos, así como de magia que se puede usar a lo largo de la aventura. El equipo quería prestar especial atención a todos los aspectos del diseño del juego hasta el punto de hacer que la experiencia fuera aún más vívida y llena de elementos inteligentes y reales. Es un diseño de juego que se basa en él y solo hace bien al jugador, inevitablemente haciendo que los enfrentamientos sean mucho más atractivos y espectaculares. Y es en la espectacularidad en la que se basa toda la aventura, con retos que puedes afrontar como prefieras, a mayor o menor nivel dependiendo de la situación. Optamos por la dificultad más compleja, también para aprovechar cada batalla y captar los elementos ganadores del sistema de combate.
Se trata de un videojuego realmente bueno, un resultado que, al fin y al cabo, nadie esperaba en absoluto y que nunca hubiéramos imaginado -finalmente- tener en nuestras manos. Lo que también está cambiando radicalmente es el online, con servidores ahora más estables y un gran número de jugadores. Pelear junto a un desconocido o un amigo se ha vuelto realmente placentero, tanto que podría llevar a alguien a vivir toda la experiencia en compañía. Además, se ha añadido otro modo, el de itinerancia libre, menos atractivo que el otro: también está presente para no romper en absoluto con el pasado, pero aún así hacerlo enfatizar dentro de la aventura, sin por ello menos hacerlo trascendental. En términos de contenido, por lo tanto, Sword Art Online Fractured Daydream sabe absolutamente cómo ser apreciado por todas las horas que ofrece, rompiendo literalmente la cuarta, quinta e incluso sexta pared. Y ya era hora, maldita sea. Ya era hora. Si la narrativa y el diseño del juego, por un lado, realmente logran enganchar, por otro lado, es la dirección de arte la que parece un poco débil. Ahora bien, se da el caso de que el equipo también crece desde este punto de vista, aunque está en el camino correcto para llevar a cabo un trabajo más prudente y profundo.
Mientras tanto, lo que llama la atención es el cuidado que se le da a los ambientes circundantes, aunque a veces las áreas sufren de cierta repetitividad, inevitable cuando tienes áreas al aire libre donde se desarrolla la mayor parte de la historia.En el aspecto técnico, sin embargo, todo es normal. En PlayStation 5 el título consigue mantener los sesenta fotogramas por segundo, ofreciendo además muchas opciones dentro de él para modificar los gráficos. Todavía no hay nada presente en otras obras, pero poco a poco, y con el momento adecuado, podría llegar algo más. Mientras tanto, el reto consistía en encontrar un hueco en una marca en absoluta dificultad, con los últimos capítulos problemáticos y de bajo impacto, reducidos a ser motas en los diez años de historia de la franquicia. Ahora, sin embargo, la situación ha cambiado. Y de una manera positiva, muy positiva.